La mala prensa es la prensa CENSURADA

La mala prensa es la prensa CENSURADA

domingo, 3 de noviembre de 2013

Medios de comunicación y dictadura, luces sobre lo ocurrido en los ´70 y ´80


Durante la década de los 70 los medios de comunicación y específicamente la radio, llevan a cabo un proceso de democratización  del orden comunicativo, lo cual generó un sistema de comunicaciones plural y abierto a todos los sectores de opinión.  Lo anterior permitió que se gestara un espacio para la ciudadanía, en la cual ésta fuera parte del debate informativo.  La radio, es por excelencia el medio donde se transmite la cultura política y es el medio por el cual se crea de la forma más efectiva la opinión pública, mas no es el único medio, prácticamente todo el espacio comunicativo se vio implicado en el proceso de politización del espacio público.

 Las radios solían ser propiedad de los partidos políticos de la época así el Partido Comunista (Radio Magallanes), el Partido Socialista (Radio Corporación), los simpatizantes del gobierno de Allende (Radio Portales,) el MAPU (Radio Candelaria), la Central Única de Trabajadores (Radio Luis Emilio Recabarren) y el MIR (Radio Nacional) poseían una radio que trataba los asuntos políticos durante sus transmisiones.

El golpe de estado quiebra este sistema de comunicación, los medios se ven afectados debido a que sufren confiscaciones, restricciones legales, entre otros dispositivos que tenían por finalidad desmovilizar y despolitizar a la ciudadanía. Estas medidas de desinformación se van tornando más drásticas a medida que avanza la década de los 70 hasta los años 80, época en la cual los medios se ven manipulados no solo por el gobierno, sino también por su propia evolución y dinámica.


El 15 de marzo de 1977 se promulga el Decreto Ley N° 1.762, con el cual se crea la Subsecretaría de Telecomunicaciones, institución encargada de la tuición, dirección técnica de las emisoras y de establecer las pautas de funcionamiento de la industria mediática para mantenerse dentro de los marco de la oficialidad gubernamental. Esta ley hace aún más notoria la manipulación de los medios por parte del gobierno, ya que no atenerse a la oficialidad no sólo implica ser contrario al régimen de turno, sino que también implica transgredir las leyes de la nación.

Las radios tuvieron que adecuar los contenidos de sus transmisiones para que estos estuvieran acorde a lo que la oficialidad permitía, las radios no podían atreverse a decirlo lo indecible, ya que corrían el riesgo de ver cerradas sus dependencias, los reporteros o periodistas ponían el peligro su vida o integridad física y los sostenedores de las radios corrían el riesgo de perderlas como propiedad. Un ejemplo notable de este proceso fue la radio Cooperativa, la cual sufrió el cierre de diez de las estaciones regionales, permitiendo sólo el funcionamiento de las estaciones de Santiago, Valparaíso y Temuco. Estas medidas solo evidenciaban el temer de la autoridad hacia quienes podían informar a la ciudadanía lo que ocurría y podía dar voz a aquello que se acallaba.



Las radios se convierten en el medio de comunicación por excelencia durante el régimen militar, ya que contaba con la ventaja de poder relatar los hechos en cuanto ocurrían y además de eso se incorporaban opiniones al respecto de lo que ocurría. Además de esto se podía reiterar la noticia según el impacto que esta generara y se podía crear una especie de opinión publica respecto del tema, algo muy importante para la época en la cual, la mayoría de los medios opta por dedicarse a la entretención para poder recuperarse de la crisis económica y evitar la persecución o cierre por parte del oficialismo.

Radio Cooperativa es uno de los medio que por un tiempo opta por tener la función de entretenimiento, ya que necesitaba recuperarse de la crisis económica que arrastraba desde los 70. Mas tras el cierre de la radio Balmaceda, Cooperativa se replantea su objetivo central y vuelve a adquirir un perfil informativo. Esta radiodifusora será llamada en la época, la radio de las protestas. Aunque se pensó que este vuelvo editorial fue netamente político, los directores del medio aseguran que lo hicieron solo en pos de los principios éticos del periodismo: dar a conocer los hechos de manera "objetiva" y pluralista.

La televisión en aquella época es preponderantemente un medio para la entretención, lo cual queda de manifiesto en los rating que obtenían programas como “La Madrastra” y “Sabor Latino”. La televisión, más que un medio informativo sobre lo que ocurría, era un medio de entretención para el pueblo.




Los diarios tampoco era mucho lo que podían informar, ya que la calidad de la noticia podía ser puesta en tela de juicio luego de que los medios de prensa escrita no pudieran publicar fotografías de los hechos que informaban.

Las jornadas de protesta del 83 en las cuales la agitación social se hizo sentir en todos los sectores sociales, no tan solo en los populares acabaron por despertar la violencia y represión por parte de la oficialidad. Nuevamente uno de los sectores más afectados fue, nuevamente, el de los medios, los que vieron clausuradas e intervenidas sus comunicaciones por tiempos más largos debido a que se les acusaba de promover los desórdenes ciudadanos y de sentar las bases para la caída del régimen. Entre 1983 y 1984 se clausuraron diversos medios tanto escritos como radiales. Dentro de los casos más destacados se encuentran el cierre de la revista Apsi (diciembre de 1982), el de la revista Análisis (septiembre de 1983), que incluyó además el presidio de su director Juan Cárdenas, y el de las radios Cooperativa (mayo de 1983 y septiembre de 1984) y Chilena (septiembre de 1984). A esto se suma la clausura de emisoras regionales y vecinales.


Con la crisis económica del 83 y las constantes protestas ciudadanas, los medios aprovecharon la oportunidad para poder hacer lo suyo, informar sobre lo que ocurría y poner en la agenda pública los temas que urgían en el momento.

"Los medios comenzaron a atreverse y allí nosotros, que veníamos de un periodo delicado, entramos en la misma...En términos económicos todo el mundo entra en la pelea. Allí el gobierno estaba en una situación muy débil. Por eso vinieron las protestas el 83. El país empezó a constatar problemas graves en la conducción. Un Ministro de Hacienda que le tiró una cadena a la banca privada. Aquí se nos olvida que incluso el superintendente de bancos fue detenido, etc., etc. En esas aguas tú te podías atrever a todo lo que quisieras. Allí nos envalentonamos"  (L.G.C. "Adhesión a Cooperativa", 1983)



De esta forma los medios ampliaron su espectro informativo en la medida en que permitieron visibilizar una memoria disidente que activaba la práctica de "vencidos", una memoria que muchos se negaban a ver, y la cual había sido silenciada por la oficialidad.

Mas esta práctica se va desvaneciendo con el tiempo y en nuestros días podemos ver que al fin y al cabo la dictadura logro por completo su objetivo de despolitizar a la ciudadanía, ya que hoy en día  programas que impliquen información política o información objetiva sobre lo que ocurre en la alta política y en la alta economía, no generan interés en el grueso de la población, por lo que los medios no tocan dichos temas. Además del tema del rating que necesitan los programas se encuentra el miedo a perder patrocinadores o de recibir querellas por parte de los involucrados.

Como podemos ver durante este periodo la censura alcanza un punto extremo, ya que se controla desde el gobierno, la censura es prácticamente legal; la exclusión y tergiversación son la manera de hacer noticias y de informar a la ciudadanía. Los medios de contra información están muy expuestos a que sus colaboradores sufran represiones, por lo que también están coartados en su labor informativa.


Actores relevantes durante la Dictadura Militar que censuraban y que fueron censurados:

Resulta importante analizar qué rol jugaron los actores sociales durante el periodo militar. Entre ellos están los que censuraban y controlaban los medios de comunicación y toda forma de libertad de expresión como lo fue el Estado Chileno y sus agentes políticos. En contraste, tenemos a los actores que en gran parte se resistían a la represión enmendada o  que jugaron un rol importante en la difusión de la información bajo el contexto político: las radios, periodistas que informaban de forma particular e Instituciones como la Vicaria de la Solidaridad.

Es así, que en primer lugar que el Estado Chileno durante la dictadura militar del 1973 jugó un rol oscurantista e inquisidor respecto a la información que podían dar los medios de comunicación radios o prensa escrita. La ideología que imponían a estos, hacía imposible que cualquier información que no pasase por este velo político conservador, pudiese realmente llegar a conocerse. Al contrario, la imposición a los medios de lo que se podía informar, resulta una herida abierta a la labor periodística que como bien sabemos cumple el rol de ser el puente de transmisión hacia la sociedad. Así lo expresa Carla Rivera (2008):

"En esta construcción de valores y creencias colectivos, los medios juegan un rol relevante. Ellos permiten estructurar y organizar la presencia del pasado en todos los ámbitos de la vida contemporánea. Por un parte, son los depósitos donde se archivan las memorias, en la medida que son capaces de registrar y reproducir los acontecimientos de una época. Por otra parte, estos registros memorables son construcciones que se dan en la dialéctica entre recordar-olvidar, en la cual confluyen de manera dinámica los intereses de los productores (tanto del propio medio como de los periodistas) y del público receptor" (p.1)



Esta tarea que constaba de registrar los principales acontecimientos que iban sucediendo en el país, fue profundamente mermada por la dictadura militar, quienes de manera instigadora perseguían a cualquier persona natural o medio que se atreviese a publicar algo que se saliese de sus márgenes políticos conservadores. Tal como lo señala  Bernardo Subercaseaux (2005) en cuanto al pensamiento que tenía el régimen militar: “La dinámica de control y administración del espacio público (ceñida a la doctrina de seguridad nacional y a una lógica de guerra) se tradujo en un estrechamiento del universo ideológico cultural en la esfera pública” (p.1)  Es así que tenemos muchos de los medios de comunicación por ejemplo Radio Cooperativa que tenían que convivir con este tipo de adoctrinamientos tal como lo expresa Rivera ( 2008)

"El régimen daba por hecho que, detrás de Cooperativa, se había constituido una gran maquinaria política de oposición que ponía en riesgo al nuevo orden instaurado. Sin embargo, la situación de represión que experimentaban los medios y la sociedad en general impidió la constitución de redes efectivas que permitieran un acceso directo a las fuentes de información (p.1)"

En contraste, tenemos a los medios que eran censurados por la dictadura militar: radios y prensa escrita, a excepción de El Mercurio, quien como se ha demostrado, fue el gestor del Golpe de Estado. Y otro actor que jugó un rol trascedente de lo que sucedía era la Vicaria de la Solidaridad. En primer lugar y tal como se ha expresado, los medios de comunicación radiales y escritos, fueron fuertemente censurados y reprimidos en la información que sucedía en el país. Así lo demuestra Mario Spataro (2003) en su libro “Pinochet las verdades incomodas” quien expresa:

"Oficialmente fue impuesta la censura a todas las radios y canales de televisión, a los que se les permitía transmitir solamente los noticieros del Gobierno. Vanas fueron las protestas de la ARCHI (Asociación de Radiodifusores de Chile). En protesta, algunas radioemisoras, como Agricultura y Minería, se descolgaban clandestinamente de la cadena oficial y transmitían noticias libres, provocando la euforia de la ciudadanía (p.153)"




Pero no solo se censuraba a los medios de comunicación. También se excluían repertorios musicales en las que Laura Jordán (2009) nos explica que la esfera musical durante el Gobierno de Pinochet, fue prohibida de crear, reproducir, ejecutar, circular, difundir, ciertas obras de música por su contenido. Pero  no hay que olvidar el rolo que jugó la Vicaria de la Solidaridad, organismo de la Iglesia Católica creada por el Papa Pablo VI, la cual prestaba asistencia a las víctimas de la dictadura militar que se vivía en Chile en los años 1973-1990. Tal como lo expuso Jordán (2009) en cuanto al rol que cumplía esta organización:

"Bajo el amparo de la Vicaría de la Solidaridad diversas organizaciones poblacionales y culturales encuentran un espacio de gestación de circuitos opositores. Allí, la recaudación de fondos y la generación de un lugar común de reunión e intercambio se elevan como objetivos primordiales. La música se inserta así en un proceso de reactivación política complejo, en el que juega un papel colaborativo preciado. Casi a la par, la reaparición de la peña responde no sólo a las necesidades de participación y militancia, sino que este lugar aspira también a promover un espacio laboral para numerosos artistas cuyas fuentes de trabajo habían sido reducidas a causa de la persecución y el toque de queda (p.1)"



De este modo, podemos comprender como actuaban estos actores en un contexto, las lógicas de pensamiento que tenían los que censuraban y que tenían por objeto ocultar, borrar, excluir y marginar todo tema o ámbito que pudiese dar una voz crítica a los temas país. Y los que eran censurados como la prensa escrita y radios, que tenían que difundir la información por el bien de la labor periodística que implica relatar los hechos tal cual son. Y los que apoyaban esta misión, como la Vicaria de la Solidaridad, quienes guardaron muchos archivos que hoy son relevantes para la investigación de los casos de torturas, asesinatos que se han develado. 






Referencias

Jordán, L. (2009) Música y clandestinidad en dictadura: la represión, la circulación de músicas de resistencia y el casete clandestino. Rev. music. chil. v.63 n.212 Santiago. Recuperado del Sitio Web: 30 de octubre de 2013

http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S071627902009000200006&script=sci_arttext

Rivera, Aravena A, C. (2008) La verdad está en los hechos: una tensión entre objetividad y oposición. Radio Cooperativa en Dictadura. Historia (Santiago) v.41 n.1. Recuperado del Sitio Web: 30 de octubre de 2013

http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S071771942008000100004&script=sci_arttext

Spataro, M. (2006) Pinochet “Las verdades incomodas”. Ed. Maye Ltda. Chile, pp. 1-333

Subercaseaux., B. (2005) La cultura en los gobiernos de la Concertación. Universum v.21 n.1 Talca. Recuperado del Sitio Web: 30 de octubre de 2013

http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S071823762006000100012&script=sci_arttext


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