La mala prensa es la prensa CENSURADA

La mala prensa es la prensa CENSURADA

sábado, 2 de noviembre de 2013

¿Qué es la censura y qué formas adquiere?

Antes de empezar con el tema estipulado en esta entrada, deseamos que el lector vea esta cita del código de ética del colegio de periodistas de Chile: “La omisión, manipulación o el falseamiento de la información es una falta grave que atenta contra la esencia de la actividad de un periodista. Cualquier intento o presión que reciba el periodista para modificar la verdad informativa a la que se enfrente en el ejercicio de su labor, debe ser denunciada al Colegio de Periodistas de Chile el que está obligado a prestar amparo a todo colegiado que sea afectado por defender la verdad.”


¿Qué tanto se cumple esto en los medios de información oficiales?


Dejamos esta pregunta a modo de reflexión y además para que el lector pueda entender cuál es el sentido de este medio de información




¿Qué es la censura?


Como ya hemos mencionado en la entrada anterior, la censura y la exclusión constituyen un problema social en nuestra opinión, debido a que consideramos que la censura y la exclusión de los medios de comunicación por razones económicas y/o políticas no se ajustan a los patrones de reconocimiento recíprocos positivo, lo que se ve reflejado en la mezcla de esferas de poder que la censura ofrece en cuanto a la esfera política, económica con la cultural y comunicacional. El cambio en las distintas leyes, en el período de la dictadura militar institucionalizó dicha falta de reconocimiento, dejando consecuencias que se aprecian hasta el día de hoy, con implicancias como la desigualdad de status (en tanto que los distintos actores no son reconocidos como tales, junto con su capacidad de generar historia), disparidades participativas (tener que ajustarse a las diferentes líneas editoriales) y finalmente situaciones de menosprecio (no tan sólo hacia los periodistas que son censurados e incluso a veces autocensurados por las líneas editoriales, sino también a la ciudadanía en donde no se les reconoce como agente que merecen recibir información no tan sólo para informarse sino también para generar una opinión crítica).


Sin embargo, consideramos relevante mencionar que es lo que entendemos por censura y los diferentes conceptos relacionados con esta. En el Diccionario de la Real Academia Española se define a la censura como “Dictamen y juicio que se hace o da acerca de una obra o escrito” (2001). A partir de esta definición, ese dictamen o juicio se puede aplicar para las líneas editoriales de los diferentes medios (tv, radio, internet, etc), a la legislación, entre otros. ¿Qué implica esto? desde nuestra perspectiva, afecta la libertad de expresión, es decir, tal como menciona Cabalín & Lagos (2009) afecta la dimensión individual, en cuanto a la emoción por parte de sujetos, y la dimensión colectiva considerada como la entrega de pluralidad de mensajes.

Dada la definición de censura, en la actualidad existen diferentes mecanismo por los cuales se pueden aplicar, dentro de los cuales hemos considerado la tergiversación, la sobre información y la exclusión.



La tergiversación es definida por el Diccionario de la Real Academia Española como “Dar una interpretación forzada o errónea a palabras o acontecimientos” (2001). Este tipo de prácticas, si bien es utilizada por los medios, es una de las formas de censura más repudiadas, ya que atenta contra la ética periodística establecida en nuestro país. Según el Artículo 3 del Código periodístico chileno el periodista NO puede manipular la información, ni ser cómplice en el falseamiento de está, bajo ninguna circunstancia, hacerlo puede implicar una sanción como por ejemplo ser suspendido, además de las sanciones que deba tomar el medio para el cual trabaja. Lo anterior considera una forma de tergiversación que versa en dar una información absolutamente falsa, mas no considera el sensacionalismo de la información, tales son los casos por ejemplo de las noticias de las marchas estudiantiles, conmemoraciones del día del joven combatiente u 11 de septiembre donde se ponen de fondo obras utilizadas en películas que en el momento en que los personajes viven profundas crisis, con el fin de utilizar el recurso de hiper-emoción (Ramonet, 2001) en donde se apela a que la emoción del espectador sea la verdadera quedando prácticamente obsoleta la veracidad de la noticia , o cuando se dan noticias sobre barrios “marginales” dejando como responsable a la pobreza y la droga, pero nunca mencionando o criticando las bases de esos problemas sociales.




La sobre información se genera debido a que hoy en día existe la concepción de que se puede conocer todo lo que esta ocurriendo, gracias a la inmediatez que ofrecen la radio, la televisión y por sobre todo el internet. Esta concepción genera además la idea de que los medios seleccionan la información más relevante de la amplia gama que existe para entregársela al público, y como en todos los medios se muestran relativamente las mismas noticias, la ciudadanía considera que esos son los hechos de importancia, lo que se debe conocer y los verídicos. Entonces “la información se oculta porque hay demasiada para consumir y, por lo tanto, no se percibe la que falta. La información durante siglos fue una materia extremadamente escasa, tanto, que se podía decir que quien tenía la información tenía el poder.” (Ramonet, 2001). Es debido a que “no se percibe la que falta” es que los medios pueden continuar informando sucesos, que si bien tienen una relevancia y que competen a una localidad específica del país, pueden no informar hechos que competen a toda la nación, por ejemplo respecto de leyes o tratados comerciales internacionales. Invitamos a los lectores a que comprueben aquello que hemos dicho en este punto y vean los noticieros en sus casas, ser críticos al momento de analizar el contenido y el énfasis que se le da por ejemplo al vandalismo, las tragedias en las comunas (particularmente a las periféricas), el desamparo que sufren algunos y que nadie ha hecho nada, y en este sentido poder apreciar, en base a lo expuesto, que es el mismo sistema que sustentan los medios de comunicación el que permite que esas realidades se reproduzcan con cada día más frecuencia.




Por último, la exclusión es definida por  el Diccionario de la Real Academia Española como  Quitar a alguien o algo del lugar que ocupaba” o comoDescartar, rechazar o negar la posibilidad de algo” (2001). Con ambas acepciones de la palabra podemos ver que implica dejar algo de lado. Esta forma de censura es la más utilizada y más repudiable de todas, puesto que al dejar de lado cierta información, esta no llega a la personas y transgrede el derecho de los ciudadanos a estar informados. La exclusión es la forma de censura más utilizada hoy en día y se da por diversas causas, entre las más importantes se encuentran las políticas y económicas, seguidas por las religiosas. Los medios usualmente tienden a excluir información para poder mantener la publicidad de su lado, ya que con esto se financian y por otra parte deben excluir información para mantenerse dentro del margen de las líneas editoriales que cada medio posee, líneas editoriales que están estrechamente ligadas a las ideologías políticas que poseen los dueños o directores del medio en cuestión.




A modo de conclusión podemos decir que las prácticas de censura atentan contra derechos fundamentales de los individuos tales como la libertad de expresión y el derecho a información. Si bien hoy en día la censura que se ejerce en los medios de comunicación masiva no es tanta como en los tiempos de la dictadura militar, sigue siendo una realidad. Una realidad que atenta contra los ciudadanos que no tienen (quizás) las herramientas para poder obtener información de primera fuente. Hoy no se experimenta el problema de la persecución, tortura e incluso muerte del periodista que se atreva a informar lo que ocurre en la política o en las grandes economías, el periodista hoy en día se ve coartado en su labor por el hecho de correr el riesgo de perder su trabajo. Apuntando nuevamente a la reflexión inicial, podemos ver que debido a intereses políticos y/o económicos se “obliga” de una u otra forma a que el periodista transgreda el código ético de su profesión. Tal como es mencionado en la investigación cuantitativa de Cabalín y Lagos (2009) Libertad de expresión y periodismo en Chile: presiones y mordazas “uno de los obstáculos más serios que tiene el libre ejercicio del periodismo está constituido por una red de "presiones silenciosas", provenientes de dos sistemas sociales específicos: el político y el económico, principalmente [...] Estas presiones se producen en mayor medida en la prensa escrita, pues es ahí donde se define la agenda temática y donde se discuten los asuntos de interés”. Es por estas razones, que los periodistas a los cuales se les aplicó la investigación reconocen haber tenido que sortear diferentes trabas, las cuales atentan contra la mencionada libertad de expresión, censurando, tergiversando, sobre informando o excluyendo los diferentes contenidos y tópicos de investigación periodística que salga de los intereses políticos y económicos que tenga el gobierno.






Referencias


-  Cabalin, C & Lagos, I. (2009). Libertad de expresión y periodismo en Chile: presiones y mordazas. Palabra Clave, 12(1), pp. 37-59. Recuperado de http://www.scielo.org.co/scielo.php?pid=S0122-82852009000100003&script=sci_arttext   

- Censura. (2001). Real Academia Española. Consultado 3, noviembre, 2013.


- Colegio de Periodistas de Chile. (2008). Código de ética periodística. Chile. Recuperado de http://www.colegiodeperiodistas.cl/lgslcn_etc.htm


- Exclusión. (2001). Real Academia Española. Consultado 3, noviembre, 2013.


- Ramonet, I. (2001). Comunicación contra información. Sala de prensa, 2(30). Recuperado de http://www.saladeprensa.org/art210.htm


- Ruiz-Tagle, P. (2011). Propiedad de los medios y principios de intervención del estado para garantizar la libertad de expresión en Chile. Revista de derecho (Coquimbo), 18(2), 347-359. Recuperado de http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-97532011000200012


- Tergiversación. (2001). Real Academia Española. Consultado 3, noviembre, 2013.  

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